Es hora de romper con el “infantilismo de izquierda”, es hora de que unidos planeen esa titánica tarea de construir un futuro que les será bien difícil… si no llegan a feliz término los diálogos en la Habana, es porque triunfaron los guerreristas, los que se apropian de la tierra, la vida, la mujer y todo, absolutamente todo lo que encuentren a su paso, en tal caso vendrán años de lo mismo que recordamos de esa horrible noche, de esos ocho años que nos dejó la seguridad democrática. En caso contrario, de firmarse la PAZ, es necesario construir la PAZ… verdadera, en un país con grados de concentración de la propiedad tan exagerados, con una corrupción de tal talante que se organizan en carruseles, y tienen la potestad de bajar y subir alcaldes, gobernadores, senadores y hasta intervenir las altas cortes, allí también, se ve la mano impúdica de los menesterosos, que codician sin límite y sin tener escrúpulos de ninguna naturaleza, realmente es una vergüenza mundial.

 

Decir que Santos es diferente a Uribe es una gran verdad, eso no significa que Santos represente un buen gobierno, para nada, en materia económica, no existe diferencia, en materia social tampoco, la única diferencia está en el estilo, el uno garrote y el otro circo, ambos con el mismo fin, pero es esa pequeña y sutil diferencia la que tiene que aprovechar un movimiento que se precie de ser auténticamente alternativo.

 

La cuestión es que Clara con las mayorías en el IV Congreso, será la candidata legítima, no solo del POLO, sino de la izquierda nacional y desde allí, podrá aplicar todos sus conocimientos en alta gerencia, administrando a Bogotá, esa buena gestión le abrirá el camino a la presidencia al hoy senador más votado del POLO, o sea en cabeza de Jorge Robledo, seguramente estará el futuro del POLO para el 2018 camino a la presidencia, por ahora la mejor opción, los otros líderes con talla nacional, podrán esperar un tantico, afortunadamente están jóvenes.

 

De no ser así, simplemente el POLO se dividirá, la alcaldía de la Capital se perderá no habrá opción presidencial para el 2018, la derecha se unirá en torno a Pachito o a cualquiera da igual, y el pueblo Colombiano, caerá en la desesperanza, que tanto nos recalca el establecimiento.

 

¡Esperaremos pacientes otros cincuenta años!